Conductor es la persona que guía, maniobra o está a cargo del manejo de un vehículo, mientras éste transita por la vía pública.
De acuerdo con la legislación vigente, es imprescindible - para quien conduce vehículos - estar habilitado por autoridad competente, mediante el otorgamiento de la licencia correspondiente. Esta supone que quien la posee reúne los requisitos de idoneidad exigidos. Lamentablemente, poseer la licencia habilitante no garantiza, en la práctica, la capacidad del conductor.
Es bien conocida la precariedad de los exámenes y requisitos con que se manejan muchas reparticiones públicas competentes para otorgarlos. También, sabemos que no existe una instrucción sistemática - salvo la que puedan aportar algunas empresas particulares - y que el conductor sale a la vía pública con unos pocos conocimientos. Así, su aprendizaje se realiza por el método de ensayo - error, convirtiéndose en un verdadero peligro para sí mismo y los demás. Los códigos de tránsito y las ordenanzas que regulan la circulación, suelen ser desconocidos. Además, no se ha estructurado una formación integral, que debería comenzar desde los primeros estadios del proceso de enseñanza - aprendizaje.
De nada valdrá una legislación severa, ni todos los esfuerzos humanos y económicos, que el Estado vuelque en el mejoramiento de las condiciones de las rutas, caminos y calles urbanas, si no se "prioriza" la educación de los ciudadanos. Ningún presupuesto destinado a este tema, será un "gasto", porque la educación es la mejor inversión que el Estado puede realizar para mejorar la calidad de vida de todos.
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